No sé lo que quiero,
no sé dónde voy.
El tiempo pasa.
No sé si necesito a alguien,
no sé si necesito soledad.
Los días pasan lentos,
las noches pasan rápidas.
Siempre preferí la noche,
la oscuridad disimula mejor las heridas
aunque en tiempos de soledad las saca a relucir.
Ahora las noches son
frías, solitarias... duelen.
Y no me importa que duelan.
Porque más dueles tú.
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